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Canon de Policleto

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“Afirma que la belleza no reside en cada uno de los elementos, sino en la armoniosa proporción de las partes (…) como está escrito en el canon de Policleto.” [1] Un canon en el arte es la regla de las proporciones de la figura humana, conforme al tipo ideal aceptado por los escultores egipcios y griegos. [2] ¿En qué consiste el canon? Policleto, basándose en las ideas de los pitagóricos, sienta las bases para realizar el cuerpo de belleza ideal, una escultura bella es aquella en la que el cuerpo humano va a tener la medida de siete cabezas en total, es una disposición orgánica. “Policleto de Sicione, discípulo de Ageladas, hizo el Diadumeno , figura afeminada de jovencito, famosa por haber sido valorada en cien talentos; y también el Doríforo , figura viril de muchacho. Hizo también la figura que los artistas llaman el Canon y a la que acuden los artistas en busca de las reglas del arte, como el que se remite a una ley. Y es considerado el único hombre que ha encarna

Similitudes entre la escultura egipcia y la griega arcaica

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Los escultores griegos al inicio de su representación plástica retomaron como modelo las piezas egipcias, de esto nos podemos dar cuenta en los Kuros y las Kore, que son representaciones masculinas y femeninas del cuerpo humano en la cultura griega y que han sido realizadas para verlas de frente. Sus características son que ambos costados van a ser similares, las piezas son rígidas y les falta expresividad en el rostro. ¿Puedes notar en las esculturas, egipcias y griegas, las características mencionadas? Coméntalas con tus compañeros. Dato curioso: los griegos pintaban sus esculturas, la imagen da una idea de los colores que tuvo la pieza.   Koré de Peplo,  1,20 cm.,  Siglo VI a. C., m ármol,  Museo de la Acrópolis, Atenas.

El Discóbolo de Mirón

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El Discóbolo [1] Año: 450 a.n.e. Autor: Mirón También se le conoce como Lanzador de Disco. En esta pieza se encuentra la tradición egipcia. Al igual que los egipcios, Mirón presenta el tronco visto de frente, las piernas y los brazos de perfil; al igual que ellos, ha compuesto su presentación de un cuerpo humano con base en los aspectos más característicos de sus partes. Pero en las manos podemos notar el cambio. El artista buscó un modelo real para situarlo en una actitud parecida y adaptarlo así de modo que parezca una natural representación de un cuerpo en movimiento. No importa si el movimiento que está haciendo el personaje es el más adecuado para dicha actividad; lo importante fue que con estas modificaciones Mirón conquista el movimiento. [1] El texto que se expone en este apartado está tomado del libro de Ernst Gombrich, La historia del arte, pág. 90